Este, nos ayuda a realizar trabajos de mayor rigor, alimentar nuestros argumentos para elaborar un discurso adecuadamente fundamentado y ha encontrar documentos firmados por individuos, los cuales tienen cierto prestigio. Todo esto, hacen de “Google Académico” sea un buscador adaptado al mundo académico de modo que supuestamente la información dada por los resultados de sus búsquedas debe ser la adecuada para el fin que nosotros queremos obtener.
Esto es todo muy bonito, pero sin embargo, personalmente esta herramienta no me parece tan útil. Sé que esta herramienta nos ayuda a ahorrar tiempo, pero ahorrar tiempo, ¿a qué precio? ¿ a precio de que un buscador me diga que me ofrece rigor o no?, es decir, es una herramienta que te puede dar cierta seguridad adicional a la información obtenida. Sin embargo, los avances tecnológicos no son siempre sinónimos de progreso, y sobre todo de progreso intelectual, de modo que este buscador significa un avance en la comodidad y un retroceso en la capacidad humana de analizar la información de rigor y útil.
Yo, siempre he usado “Google” normal y corriente. He investigado, he publicado artículos periodísticos, he ganado dos concursos: uno literario y otro filosófico. Toda la información incluida en estos fue sacada de documentos y fragmentos de textos, buscados por Google, los cuales, yo mismo leí y decidí por mi mismo lo que era de utilidad y lo que no. Lo que para mi tenia rigor y lo que no tenía rigor.
El rigor y la relevancia de un artículo, un texto, un trabajo, la ejecuta el ojo y el raciocinio humano. Es un ejercicio de este, el cual no se realiza si se nos facilita tantísimo el trabajo. Necesitamos, hoy mas que nunca mentes geniales y autónomas. Con capacidad de reacción, capacidad de ser subjetivos, de plantear nuevas ideas, necesitamos nuevas iniciativas no contaminadas por otras mentes, algo original en sí debería ser lo mas valorado en el presente para la mente humana, la propia opinión. Por supuesto, el conocimiento no nace por la espontaneidad, nos basamos en otras fuentes a priori para generar un conocimiento propio, pero no estoy en contra de las fuentes de conocimiento, sino de la visión analítica ante todas estas fuentes y lo que nos llega de estas.
En conclusión, nosotros debemos ser los que pongamos el valor y el rigor a los articulos, textos, opiniones y ensayos, debemos ser nosotros, los propios buscadores de información, los cuales sabemos lo que queremos y es necesario una actitud crítica y analitica como ya he dicho para ejercitar nuestra propia capacidad de conocimiento. Google Académico, bajo mi punto de vista, nos nubla esta capacidad, no nos ayuda para nada en este aspecto, nos adormece dicha capacidad que debemos desarrollar por nosotros mismos. Google Académico debe usarse como una herramienta cuestionable ante todas las cosas y como cualquier otra página, este no es la panacea.
Esto solo es una simple opinión, mi opinión donde va incluida mi modus operandi y el por qué de este, como argumentos del por qué de dicha conclusión. La fe ciega, no es racional, la fe ciega nos nubla el conocimiento profundo, la fe ciega no nos ayuda a avanzar, sino mas bien a partir de premisas que quizás deberíamos cuestionar.
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